El Dembow: ¿Es en realidad música?
Hacia una aclaración definitiva
Columna: Lo que se ve
Hacia una aclaración definitiva
Columna: Lo que se ve
Hace un tiempo que escribí un artículo refiriéndome a si el
Dembow debía considerarse música o no: escrito que surgió a raíz de la polémica
desatada a nivel mediático por algunos
exponentes del género merengue que se mostraban en desacuerdo en llamar a tal
expresión urbana como música. Para ese entonces produje estos apuntes que fueron
ampliamente acogido por sectores de la
crítica, pero también cuestionado por algunos colegas artistas del medio, por mi postura asumida con
relación al Dembow como música, siendo yo
un músico de formación.
Hoy que grupos contrarios
a él, esgrimen, tras bastidores, nuevos argumentos; y, como
justificación a su defensa teórica, pretenden socavar las simientes y el
sentido general de lo que conocemos como música: es necesario e imprescindible
arrojar luz sobre el tema y clarificar a nuestros lectores para evitar que
otros tergiversen lo que en cientos de
años hemos considerado como correcto, y,
en este caso, su extrapolación al Dembow y sus secuelas.
El Dembow: ¿Es en
realidad música?
Hacia una aclaración definitiva
31-03-2012
Escrito por: José María ´Lewis´
Hacia una aclaración definitiva
31-03-2012
Escrito por: José María ´Lewis´
En el año 1998, a un grupo de
muchachos, nos sorprendió el comentario expresado por el tenor José Carreras,
donde decía, refiriéndose específicamente a la música urbana, que el Rap no era
música. Algunos años después, a mediados del 2001, en una entrevista que se le
hizo al cantante cubano-americano John Secada
indicaba que el único género que no le gustaría producir sería el Rap: reproduciéndose,
nueva vez, una de las tantas especies de
animosidades hacia ese género...
En la actualidad, ya en un plano local, vuelva a ponerse en el tapete o bajo la lupa la valoración de la música urbana: en este caso, uno de sus subgéneros denominado Dembow, y si en verdad éste reúne las condiciones para ser llamado música o no. Situación presentada a raíz de opiniones o criterios encontrados entre artistas y productores ya avezados o de largas trayectorias como el maestro Wilfrido Vargas y el merenguero Sergio Vargas que externaron sus consideraciones al ser cuestionados sobre el tema cada uno en su momento.
Si hacemos un análisis, podemos notar qué lo que quizás existe en el ambiente de la discusión, es una confusión entre el concepto técnico de la música y, por otro lado, los valores estéticos, estilísticos y morales de la misma.
1ro. Desde el punto de vista técnico: si partimos de la definición de música nos indica que ´es el arte de bien combinar los sonidos con el tiempo´; es decir, que si un sonido se ajusta, se armoniza, se ordena en el tiempo determinado, se produce sencillamente lo que todos llamamos música. Entonces, queda claro, que si un exponente de este género realiza sus inflexiones o expresa su discurso (sonido, melodía) sobre el beat o un tiempo musical… Está haciendo música!
2do. Por otra parte, están los valores estéticos, estilísticos y morales.
-Valores estéticos: concernientes a que tan bella es la expresión de lo que quiere o se quiso decir, etc.
-Valores estilísticos: relacionado a la forma particular, individual o propia del exponente al decir algo.
-Valores morales: que se refiere a tener como fin lo bueno: que en el fondo esto sirva como guía de comportamiento, y se ajuste a las normas y costumbres establecidas.
El Dembow y sus valores estéticos, estilísticos y morales estarán determinados por el grado de conciencia y conocimiento del contexto que le dio su origen y en el cual evolucionó este subgénero, de parte de aquel que analice, del aquel que lo pondere; así como su intensión, creencias e intereses particulares sobre el mismo.
El Dembow es una expresión musical de nuestros tiempos. Y ante la poca instrucción formal, en términos musicales, que exige esa corriente para asumir un rol protagónico; jóvenes de zonas urbanas y suburbanas llamados por el deseo de manifestar o dejar plasmada sus inclinaciones artística o por un esnobismo del momento, encuentran en esta expresión el medio idóneo para acceder a ese mundo musical anhelado y soñado y, que hoy, gracias a la creciente acogida por parte de un público determinado, resulta posible. Sus letras son el reflejo de su realidad y su entorno: producto de la indiferencia y marginalidad histórica del estado y autoridades de turno que los ha sometido; de sus vivencias (experiencia vital, desengaños, fracasos, triunfos), de su idiosincrasia, su nivel de estudio, sus aspiraciones, sus deseos.
Deben de entender los críticos, que la música urbana desde su nacimiento ha surgido como una propuesta musical no muy elaborada, no muy pulida: porque esa es justamente su razón de ser: una música de bajo presupuesto, que nace al calor de la imposibilidad de sus exponentes de acceder a estudios de grabación sofisticados, a costosos arreglos musicales hechos por maestros, para poder expresar su sentir, su pensar, su realidad, su historia…
En la actualidad, ya en un plano local, vuelva a ponerse en el tapete o bajo la lupa la valoración de la música urbana: en este caso, uno de sus subgéneros denominado Dembow, y si en verdad éste reúne las condiciones para ser llamado música o no. Situación presentada a raíz de opiniones o criterios encontrados entre artistas y productores ya avezados o de largas trayectorias como el maestro Wilfrido Vargas y el merenguero Sergio Vargas que externaron sus consideraciones al ser cuestionados sobre el tema cada uno en su momento.
Si hacemos un análisis, podemos notar qué lo que quizás existe en el ambiente de la discusión, es una confusión entre el concepto técnico de la música y, por otro lado, los valores estéticos, estilísticos y morales de la misma.
1ro. Desde el punto de vista técnico: si partimos de la definición de música nos indica que ´es el arte de bien combinar los sonidos con el tiempo´; es decir, que si un sonido se ajusta, se armoniza, se ordena en el tiempo determinado, se produce sencillamente lo que todos llamamos música. Entonces, queda claro, que si un exponente de este género realiza sus inflexiones o expresa su discurso (sonido, melodía) sobre el beat o un tiempo musical… Está haciendo música!
2do. Por otra parte, están los valores estéticos, estilísticos y morales.
-Valores estéticos: concernientes a que tan bella es la expresión de lo que quiere o se quiso decir, etc.
-Valores estilísticos: relacionado a la forma particular, individual o propia del exponente al decir algo.
-Valores morales: que se refiere a tener como fin lo bueno: que en el fondo esto sirva como guía de comportamiento, y se ajuste a las normas y costumbres establecidas.
El Dembow y sus valores estéticos, estilísticos y morales estarán determinados por el grado de conciencia y conocimiento del contexto que le dio su origen y en el cual evolucionó este subgénero, de parte de aquel que analice, del aquel que lo pondere; así como su intensión, creencias e intereses particulares sobre el mismo.
El Dembow es una expresión musical de nuestros tiempos. Y ante la poca instrucción formal, en términos musicales, que exige esa corriente para asumir un rol protagónico; jóvenes de zonas urbanas y suburbanas llamados por el deseo de manifestar o dejar plasmada sus inclinaciones artística o por un esnobismo del momento, encuentran en esta expresión el medio idóneo para acceder a ese mundo musical anhelado y soñado y, que hoy, gracias a la creciente acogida por parte de un público determinado, resulta posible. Sus letras son el reflejo de su realidad y su entorno: producto de la indiferencia y marginalidad histórica del estado y autoridades de turno que los ha sometido; de sus vivencias (experiencia vital, desengaños, fracasos, triunfos), de su idiosincrasia, su nivel de estudio, sus aspiraciones, sus deseos.
Deben de entender los críticos, que la música urbana desde su nacimiento ha surgido como una propuesta musical no muy elaborada, no muy pulida: porque esa es justamente su razón de ser: una música de bajo presupuesto, que nace al calor de la imposibilidad de sus exponentes de acceder a estudios de grabación sofisticados, a costosos arreglos musicales hechos por maestros, para poder expresar su sentir, su pensar, su realidad, su historia…
*Nota:
El autor es
artista y comunicador
Tomado de los
Apuntes sobre arte y otros temas, del autor.
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