domingo, 30 de marzo de 2025

Lo más importante son las ideas


 Lo más importante son las ideas


Por Francisco Luciano



Existe una confusión en el contexto de quienes  conciben la renovación de los partidos como una acción física o cosmética.  Algunos, ven la renovación como el cambio de una persona por otra, para ocupar determinada posición o instancia partidaria. Hasta precisan que si una persona de 65 años o más, es sustituida en un cargo por otra de 45 o menos, eso es renovación.  


Es un craso error sostener que la renovación de un partido, hacia una visión más progresista de la sociedad solo pueda concebirse en la mente de un cuerpo joven. No es necesariamente así,  porque   la renovación  más importante a la que puede someterse un partido, una academia o cualquier institución colegiada es más que  física o cosmética.   Lo más importante es la esencia, que implica la propia renovación,  porque como decía el famoso chino, “no interesa si el gato es blanco o negro, lo que importa es que cace ratones”.   


La esencia de la renovación socialmente significativa es la que cambia  las ideas, y la que enarbola e impulsa  los planes y proyectos en busca de nuevas maneras para sostener, mantener y desarrollar a la organización preservando su existencia y crecimiento constante.


Una persona de 37 años puede incubar en su cerebro ideas obsoletas,  desfasadas, anacrónicas e incluso retorcidas, es decir que, no es la edad la que determina la concepción del pensamiento, sino la conciencia del compromiso social que se tiene con el fomento del bien común.  



Ejemplos sobran de personas de juventud biológica,  con mentalidad de pensionado, así como también,  de personas que con la edad biológica bien avanzada tienen la capacidad de desarrollar una visión que ilumine el futuro impulsando su construcción más allá de su propia existencia y de sus contemporáneos.    


En la Fuerza del Pueblo, como en cualquier entidad, cuando se tiene claridad de los propósitos fundacionales  que se quieren alcanzar,  y el equipo sabe hacia donde se dirige la nave, se deponen los intereses individuales y de privilegia al colectivo. 


El autor es dirigente político y docente universitario

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